Laura Baena: Malasmadres, conciliación familiar y la verdad de la maternidad

Laura Baena

· · Influencer

En un momento de agotamiento, culpa y necesidad de desahogo, Laura Baena escribió un tuit que decía: “¿Cuál es tu mérito de malamadre?”. Sin saberlo, acababa de dar voz a miles de mujeres que, como ella, se sentían desbordadas por una maternidad idealizada y por una sociedad que les exigía ser perfectas en todo: madres, profesionales, parejas, cuidadoras.

Ese mensaje desencadenó un movimiento que no solo rompió el silencio, sino que dio lugar a una comunidad imparable: el Club de Malasmadres, que hoy lucha por una conciliación familiar real en España y por una maternidad vivida con libertad, no desde la culpa.

¿Quién es Laura Baena Fernández?

Creativa publicitaria, comunicadora, autora del libro Soy buena malamadre y fundadora de un movimiento social de referencia. Pero sobre todo, madre. Una madre que, como tantas otras, atravesó una crisis de identidad tras la maternidad.

Laura se define con honestidad: “Soy trimalamadre, con mucho sueño, poco tiempo libre, alergia a la ñoñería y ganas de cambiar el mundo, o al menos de morir en el intento”. Y ese intento se convirtió en propósito vital: visibilizar la realidad de las madres trabajadoras y exigir un sistema que no las obligue a renunciar a su carrera ni a su bienestar personal por cuidar.

Club Malasmadres: ¿Qué es?

El Club nació desde el humor, pero también desde la herida. Aquel tuit de 2014 fue solo el comienzo. Muy pronto, mujeres de toda España comenzaron a identificarse como malasmadres, compartiendo anécdotas, frustraciones y pequeñas rebeldías frente al ideal de “madre perfecta”.Malasmadres rompió el mito con ironía y sororidad. Hoy, es una comunidad emocional con miles de seguidoras que se sienten menos solas al saberse comprendidas. Un lugar para reírse de los desastres del día a día, pero también para reclamar cambios sociales urgentes.

¿Qué representa el movimiento Malasmadres hoy?

Ya no es solo una etiqueta ni una página en redes. Malasmadres se ha convertido en una plataforma de transformación social que lucha contra la desigualdad y la invisibilidad de las madres trabajadoras.

Desde su creación, ha impulsado campañas de concienciación, ha creado una asociación propia (Yo No Renuncio) y ha llevado propuestas al Congreso y al Parlamento. También ha dado voz a temas urgentes como el cuidado de niños desde una mirada corresponsable, o la importancia del apoyo emocional en la crianza.

Pero, sobre todo, ha creado una red humana en la que cada mujer puede decir: “no estoy sola”.

Conciliación de la vida familiar y laboral

“La conciliación no es solo un tema de madres, pero sí somos nosotras quienes la sufrimos”, afirma Laura con rotundidad. Las cifras lo confirman: 6 de cada 10 mujeres renuncian a su carrera al convertirse en madres, el 90% de las reducciones de jornada llevan nombre de mujer y solo el 8% de los hombres interrumpe su jornada laboral por cuidados.

En una sociedad que sigue premiando la productividad por encima del cuidado, conciliar sigue siendo una utopía para muchas. Pero también es una necesidad. Una cuestión de derechos, de justicia social, y de futuro.

Porque no solo se trata de estar presentes en casa, también de tener tiempo, herramientas y referentes para acompañar de forma activa en la educación de sus hijos e hijas.

Madres trabajadoras y el reto de no renunciar

Laura conoce bien el vértigo de la renuncia. Dejó su carrera en una agencia de publicidad buscando tiempo para criar a sus hijas y cuidar de sí misma. Sin embargo, la maternidad no le trajo la calma, sino la toma de conciencia de que muchas estaban en su misma situación: atrapadas entre la culpa, la exigencia y la soledad.

De ahí nació la Asociación Yo No Renuncio, que da apoyo legal, psicológico y emocional a miles de mujeres. Su mensaje es claro: no queremos elegir entre nuestros hijos y nuestros sueños. Queremos poder ser madres sin dejar de ser mujeres.

Laura Baena: “Mejor Conectados resume el espíritu de Malasmadres”

Para Laura, el lema de Mejor Conectados “cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles”, define perfectamente el alma de Malasmadres.


Gracias a las redes sociales, el club ha traspasado fronteras. Hay malasmadres en Ecuador, en Argentina, en Brasil. Mujeres que, sin conocerse, comparten una misma lucha.
Esa conexión real también vive en su podcast Malasmadres, donde las historias personales se entrelazan con la reivindicación colectiva.

La conexión basada en la empatía y el reconocimiento mutuo es la que sostiene este movimiento. Y es también la que permite soñar con una sociedad más justa, más humana, más equilibrada.

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