Crear una identidad digital sana en redes

Margarita Álvarez

· · Escritora

Nuestra invitada de hoy es una de las 50 mujeres más poderosas de España. Y ahora que ya tenemos tu atención, te vamos a hablar de ella: Margarita Álvarez, la mujer cuyo objetivo es promover y estudiar la felicidad en el ser humano.

Es autora del libro «Deconstruyendo la Felicidad» y ya son muchos años los que lleva estudiando e investigando la relación entre el cerebro, las emociones y la felicidad del ser humano. Hoy, viene a hablarnos de cómo combatir la infelicidad que a menudo produce el mundo digital a través de la construcción de una buena identidad digital. También hablaremos de cómo están relacionadas las redes sociales y la autoestima y la diferencia entre la alegría y la felicidad en la vida de las personas. 

¿Qué es la identidad digital?

Si buscamos en Internet «Identidad digital definición» lo que encontraremos es que la identidad digital es lo que nos identifica en el entorno online, aquello que corresponde a nosotros y todo el material que se puede encontrar en la red sobre nuestra persona. 


Como indica Margarita Álvarez, a la pregunta de qué es la identidad digital no solo responden nuestros datos personales que se alojan en Internet, sino también todos los comentarios, fotos y publicaciones que subimos a las redes sociales. Es decir, todas aquellas acciones que realicemos de forma online conllevarán la percepción que se construyen sobre nosotros las personas que acceden a ello en Internet.

¿Cómo se construye una identidad digital sana?

Las redes sociales son escaparates donde el usuario decide hasta dónde exponerse. Margarita Álvarez nos cuenta que una mala gestión de ellas nos puede llevar a un estado de infelicidad constante; creamos una identidad digital que nos puede perjudicar en muchos aspectos y afectar a nuestra salud digital.

A menudo, vemos jóvenes y no tan jóvenes con baja autoestima, estrés, ansiedad, incluso depresión, debido a la relación tóxica que mantienen con las redes sociales. Lo que, en mayor o menor medida, repercute en la salud digital. 

El mal uso de filtros faciales o el uso constante de ellos, provoca que la sociedad ya no se conforme con su realidad y tenga una frustración permanente por poder hacer real lo que en el mundo digital sí tiene. Hablamos de belleza, estatus, influencia y una alta atención que, en muchas ocasiones, no es verídica y nos puede llevar a esa infelicidad crónica por no poder alcanzar un estándar imposible.

Según Margarita Álvarez, la clave para combatir esa infelicidad está en crear una identidad digital positiva, mostrándose en las redes sociales de una forma natural y auténtica y compartiendo tanto momentos buenos, como malos; vivencias reales con las que conectar con el público de una forma real. Así es como se construye la identidad digital sana.

Sin embargo, existen peligros en el entorno digital que debemos conocer y afectan a nuestra identidad digital de forma directa. Suelen afectar en mayor medida a las personas con mayor dependencia digital y hacen una exposición más alta de sus vidas en este entorno. 

Se trata de la suplantación de identidad digital. Este delito consiste en robar datos relevantes de carácter privado o contenido audiovisual de personas para después tratar de chantajear a la víctima, acceder a sus cuentas bancarias o, incluso, hacerse pasar por esta persona en redes sociales.

Es bastante frecuente y afecta emocional y psicológicamente a las víctimas, ya que se sienten totalmente indefensas como en un robo físico ya que su vida puede ser expuesta sin su consentimiento, entre otros problemas.

¿Es lo mismo alegría y felicidad? Estas son sus diferencias.

Uno de los errores más comunes que solemos cometer, tanto en el mundo digital como en la vida real, es referirnos a la alegría como sinónimo de felicidad y viceversa. Normalmente, esto se debe a que ambos conceptos los relacionamos con momentos o cuestiones positivas, por lo que es fácil pensar que estar alegre y estar feliz es lo mismo.

No obstante, como nos explica Margarita Álvarez, alegría y felicidad no tienen el mismo significado. Cuando hablamos de alegría, nos referimos a una emoción producida por un momento determinado en el que vemos o sentimos algo. En cambio, cuando nos referimos a la felicidad, hablamos de un estado que es producido por la consecución de una o varias emociones, como puede ser la alegría. 

Estos conceptos están, en muchas ocasiones, ligados a nuestra identidad digital y existe una relación directa entre redes sociales y autoestima. Muchas personas se esfuerzan por mostrarlos como únicos en su día a día pero el espectro emocional de las personas va mucho más allá y nos refuerzan y nos completan otro tipo de emociones que son totalmente válidas en nuestro día a día como la frustración o la tristeza. 

Otro factor diferenciador entre la alegría y la felicidad es la duración de cada una de ellas. Mientras la alegría es una emoción pasajera, la felicidad puede llegar a ser permanentemente, siempre y cuando la persona pueda mantener ese estado de felicidad a través de una actitud positiva, incluso viviendo momentos y situaciones malas.
Por último, Margarita Álvarez destaca que la alegría y la felicidad se manifiestan de forma diferente. Es normal ver la alegría como una emoción que se expresa de forma eufórica, que ocurre de forma inesperada, mientras que la felicidad se manifiesta más desde la seguridad, la tranquilidad y la serenidad con la vida.

Identidad digital y felicidad, estas son las claves

Vivimos en un mundo hiperconectado gracias a las redes sociales, donde la felicidad que se proyecta está totalmente desvirtuada. Vidas idílicas, cánones de belleza exigentes e irreales son una constante en redes sociales.

Sin embargo, como bien nos explica nuestra invitada Margarita Álvarez, la felicidad no es eso. La felicidad es la suma de pequeños componentes básicos que, además, si somos conscientes de ellos, podemos trabajar y desarrollar. Es decir, podemos aprender a ser felices.

Para Margarita Álvarez, el foco está en crear una identidad digital positiva en la que se incluyan estos cinco componentes para alcanzar ese estado de felicidad:

Valorar las pequeñas cosas

Son los pequeños momentos del día a día los que realmente son la clave:

  • Valorar lo que tienes hoy
  • Alegrarse por cada pequeño triunfo
  • Disfrutar del camino
  • Vivir el presente

Laura Baena, creadora e impulsora del proyecto ‘Club de Malasmadres’ también nos habla en su entrevista de cómo encontrar la felicidad en las pequeñas cosas para conectar con la maternidad.

Dar un significado a tu vida

Margarita Álvarez, nos propone buscar un propósito, una meta, un objetivo como camino a darle un significado a la vida. Descubrir tus dones y talentos y desarrollarlos será un factor clave para conseguirlo.

Mejorar tus relaciones sociales

Nuestra invitada insiste en cuidar de aquellas personas que vamos encontrándonos por el camino, ya que estas personas no solo pueden ayudarte a vivir una vida más feliz y plena, sino que también pueden ayudarte a superar adversidades. En el caso de las relaciones en el mundo digital, Margarita insta a comunicarnos a través de una identidad digital sana, donde compartamos de forma natural y auténtica.

Adaptarse a los cambios

La vida en sí misma es un conjunto de cambios constante. Así, Margarita Álvarez nos explica que una de las bases de la felicidad es el principio de adaptabilidad.

Valorar todo lo que has lograd

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